Si usted hace uso de dos taxis diferentes y realiza el mismo trayecto, no se sorprenda si le cobran dos cantidades distintas. Lo admiten los propios taxistas: «Cada uno estamos aplicando una tarifa diferente al taxímetro». El motivo, según denuncian, es que desde el Ayuntamiento no se han facilitado las nuevas tarifas para aplicar al taxímetro. El concejal de Transporte, Pedro Fernández Ibar (IU), admite que el proceso aún está en trámite y precisa que, hasta entonces, es de obligado cumplimiento continuar con las tarifas antiguas, que datan de 2011.
El colectivo de taxistas está indignado. Según denuncian, «es posible que la Junta expediente al Ayuntamiento porque Rincón de la Victoria es el único municipio de toda Andalucía sin tarifas de taxi». Fuentes del colectivo explican que, «después de que se le requieriera más información, al Ayuntamiento se le ha pasado el plazo para remitirlas a la Junta«.
Fernández Ibar niega la posibilidad del expediente, si bien es cierto que admite que el Gobierno autonómico solicitó más documentación para justificar las tarifas que, después de que la consejería de Movilidad verifique que cumplen con el decreto autonómico de 2012 -que daba un plazo de dos años para que todos los taxis funcionen con taxímetro en poblaciones de más de 10.000 habitantes-, es la de Hacienda la que ha de dar el último visto bueno.
En esta coyuntura, el edil de IU remite a las tarifas municipales previas aprobadas en Pleno, que datan de 2011 y establecen zonas, algo a lo que no están dispuestos los taxistas porque «desde entonces ha subido el gasóil más de un 30%». La consecuencia de esta situación es que cada taxista, según advierten ellos mismos, ha aplicado una tarifa distinta a su taxímetro. Muchos utilizan la más usada en la costa, la de Torremolinos, Fuengirola o Benalmádena, entre otros, pero no existe unanimidad. Así, si aplican la de Málaga, según Facua, usted abonará la segunda tarifa más cara de toda España.
Fernández Ibar asegura que si no se aplica la tarifa antigua, -él niega la arbitrariedad tarifaria que confiesan los taxistas- «se estaría cometiendo una infracción y cualquier vecino podría denunciarlo».
La situación se produce en un momento de incertidumbre, en el que la nueva –y polémica– ordenanza del taxi lleva más de un año metida en un cajón después de haber sido aprobada inicialmente en el Pleno municipal de octubre de 2015. El concejal de Transporte justifica este retraso en el «estudio riguroso» de todas las alegaciones presentadas. Hasta que este nueva ordenanza no vea a luz, no se creará la Mesa del Taxi.