Siete horas y media. Ese es el nuevo record conseguido por el Pleno municipal en la última de sus sesiones ordinarias que, a pesar de extenderse hasta cerca de las dos de la madrugada, proporcionalmente, a penas ofreció contenido de interés para la ciudadanía, más allá de cruces de acusaciones y rifi-rafes entre formaciones. En el epicentro del Pleno, el debate entre la gestión público o privada.
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