Desde que el campo de rugby fuera inaugurado en marzo de 2015 por el actual alcalde, Francisco Salado (PP), la cafetería de estas instalaciones deportivas no ha sido puesta en servicio. Casi tres años de parón en un municipio que, a falta del dato de diciembre, vuelve a experimentar un repunte del desempleo con unas 4.000 personas paradas. Ni el PP ni el anterior cuatripartito (PSOE, Ahora Rincón, IU y PA) han sido capaces de poner en valor unas instalaciones que en su conjunto tuvieron un coste próximo a los 1,4 millones de euros.
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