Ayer fue un día triste porque durante el pleno ordinario pudo constatarse la calidad de nuestra clase política. La corporación municipal tuvo a bien subirse el sueldo un 30% aproximadamente, precisamente, el mismo día que se evidenciaba que el margen de mejora de la gestión municipal es tan amplio como la desfachatez de quienes confunden dignificar una profesión con el sueldo que se percibe por ello. Tremendo error.
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