El tripartito PP-Cs-PMP se ha visto frenado en su intento de autobombo a costa del Plan AIRE de la Junta de Andalucía cuando la oposición ha revelado que esta iniciativa, presentada como una medida extraordinaria para paliar los efectos del COVID-19, traerá a Rincón 600.000 euros menos de lo que aportaron los planes de empleo autonómicos en 2018, lo que se traduce en la contratación de cerca de 70 personas menos.
Minutos después de que el concejal de Hacienda, Antonio Fernández (PP), admitiera que la gestión económica del tripartito durante el año pasado hubiera desembocado en el incumplimiento de la Regla del Gasto y del remante de tesorería, se producía este debate. Estos incumplimientos de normas que buscan garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas y que Fernández ha atribuido al gasto acometido por ser año electoral y al cambio de criterio con el nuevo interventor, han obligado al Consistorio a tener que aprobar un Plan Económico Financiero 2020-2021.
Con este panorama, el concejal de Transparencia Borja Ortiz (PP) se ha venido a felicitar por los algo menos de 700.000 euros y la contratación de 78 personas que traerá el Plan AIRE al municipio. No ha tardado en responder la bancada progresista, afeándole al edil popular que «este plan aporte menor cantidad y menor calidad», según ha afirmado el socialista Javier Jerez.
Si en 2018 lo planes de empleo que la Junta venía desarrollando desde 2014 estuvieron dotados en toda Andalucía con 278 millones de euros, el plan AIRE lo está con 165 millones. Según ha subrayado Rocío Calderón (IU), «ni siquiera son planes extraordinarios, como nos han vendido, puesto que ya estaban contemplados en el presupuesto para este año», antes de la llegada de la pandemia. En ese sentido, Calderón ha criticado que no se hubiera procedido a la contratación en el mismo momento en que se terminó el Estado de Alarma.
Por otro lado, Jerez ha incidido en el hecho de que este plan favorezca la temporalidad, con contratos únicamente de seis meses -ya no es posible contratar por 12 meses-, y que excluya a las titulaciones superiores, ofertando únicamente puestos de baja cualificación.
Ante la lluvia de reproches, Ortiz ha terminado girando su discurso hacia la política nacional, calificando en reiteradas ocasiones de «terroristas» a los representantes de la segunda fuerza política en Euskadi (EH-Bildu), mientras que Francisco Salado (PP) ha eludido referirse al plan AIRE, limitándose a lanzar elogios a los planes de empleo promovidos por la Diputación Provincial de Málaga, de la que él es presidente.