Con 80 árboles menos, Salado accede a reunirse con vecinas y vecinos de La Cala

Ni un ápice de autocrítica ni asunción de errores. Con 80 árboles menos -17 moreras taladas y el resto arrancados de cuajo de manera traumática-, el alcalde Francisco Salado (PP) ha accedido a reunirse con una representación del grupo vecinal #LaCalaNoSeTala. Ha sido necesario que transcurriera más de una semana y que en contra de las acciones del tripartitro PP-Cs-PMP se manifestaran más de 7.000 personas con sus firmas, diversos expertos en la materia, la oposición y celebridades del mundo de la cultura ligadas al municipio para que Salado se abra al diálogo tras los hechos consumados. Antes, dos representantes del movimiento vecinal han tenido el uso de la palabra mediante el Escaño 22, lamentando tanto la masacre medio ambiental cometida en La Cala como la gestión autoritaria por parte del Consistorio.

Horas antes de su intervención en un Pleno que se ha extendido durante toda la mañana, los representantes de #LaCalaNoSeTala han asistido perplejos a la aprobación por parte de la Corporación del Plan Estratégico Agenda Urbana 2030, esto es, un plan a diez años para, según el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Jiménez (PP), conseguir «un crecimiento sostenible, inteligente e integrador».

Protesta frente al Ayuntamiento mientras se celebraba el Pleno.

Mientras y desde antes del inicio de la sesión, vecinas y vecinos se manifestaban pacíficamente frente al Ayuntamiento, protestando por las medidas adoptadas por el Consistorio (imagen superior). Los cánticos se sucedían, mientras sostenían paraguas aludiendo a la falta de sombra con que ha quedado La Cala, ante lo que el concejal de EMVIRIA, José Mª Gómez Muñoz (PMP), se ha burlado durante un receso del Pleno ironizando con un «parece que dan lluvia».

A última hora de la mañana llegaba el turno para los dos representantes vecinales que, tal y como se puede apreciar en los vídeos –Radio Victoria no ha emitido sus intervenciones- y en contra de lo expresado anteriormente por fuentes de la Corporación, han durado cinco minutos cada una. Pilar, la primera de las ponentes, se ha mostrado visiblemente emocionada en sus quejas por el modo en que el tripartito ha dejado la Avenida de Málaga de La Cala sin un solo árbol, arrancados brutalmente con escasas posibilidades de supervivencia los que han sido trasplantados y muertos los que directamente han sido talados.

Mientras Pilar desmontaba los motivos municipales para reemplazarlos por palmeras con argumentos avalados por expertos científicos, Israel, el segundo interviniente del Escaño 22, se preguntaba sin obtener respuesta qué ha hecho mal la ciudadanía para que el Ayuntamiento se haya negado a recibir a la ciudadanía, así como a la respuesta policial desproporcionada.

Con el llamativo silencio de Ciudadanos y su portavoz Elena Aguilar, el resto del equipo de gobierno se ha mantenido en sus trece. Mientras el concejal de Medio Ambiente, Sergio Díaz Verdejo (PP), indicaba que la alteración del proyecto original y el modo en que se han arrancado todos los árboles de cuajo son «decisiones difíciles porque no todo el mundo las entiende», Gómez Muñoz (PMP) iniciaba su intervención apuntando que «ahora parece que 80 árboles son el gran problema del planeta», añadiendo que «estamos defendiendo los intereses de la mayor parte de Rincón de la Victoria en la parte económica».

Díaz Verdejo (PP) y Gómez Muñoz (PMP) defendiendo la actuación en La Cala.

En esa misma línea, Salado ha menospreciado la representatividad de La Cala del Moral por parte de #LaCalaNoSeTala, haciendo referencia a «esa Cala silenciosa que no se manifiesta, pero que me escribe a favor de la medida». El regidor, que ha dejado la intención de una campaña «para que los niños apadrinen un árbol», no ha aclarado los motivos por los que se ha acelerado un proyecto que, según la oposición, ni siquiera cuenta con un expediente medio ambiental.

Lejos de admitir la unilateralidad en la decisión del equipo de Gobierno, sin atender ni a la ciudadanía o a la oposición, Salado ha pedido «un ejercicio de empatía» con quienes no pueden disfrutar de sus balcones o les cae resina en los coches. El alcalde se ha jactado del carácter ecologista del gobierno que lidera, calificando de simplista el argumento de identificar el nombre de La Cala del Moral con los morales talados, a pesar de que en el propio Plan Director de Arbolado que él mismo ha agitado al aire durante la sesión se reclama preservar los árboles que dan identidad al municipio.

Salado se ha mantenido firme: nada podía impedir que los árboles fueran arrancados.

A pesar de ello, las moreras situadas enfrente de la iglesia parecen haber quedado indultadas. Se da la circunstancia de que, según ha expuesto el portavoz socialista, Antonio Sánchez, las taladas a la entrada desde Málaga no afectaban a la red de saneamientos, como previamente había asegurado Díaz Verdejo y, la prueba de ello es que una vez taladas, no sólo no se ha realizado ninguna obra de reparación sino que buena parte de los alcorques se han tapado con cemento sin posibilidad siquiera de plantación de un nuevo árbol.

Tras concluir que la desaparición de los árboles existentes era imposible de parar porque así lo había decidido el tripartito, Salado sí ha accedido a reunirse con el grupo vecinal para explorar la posibilidad de que la especie de reemplazo no sean palmeras, dado que como se ha probado en el Escaño 22, sus características nada tienen que ver con lo expuesto en uno de los comunicados municipales cuya base científica que quedado cuestionada.