Debate sobre el estado del municipio… hace un año

El viernes pasado tuvo lugar el debate sobre el estado del municipio, después de que Izquierda Unida (IU) forzara, respaldado por PSOE y Ahora Rincón, su celebración. A pesar de que el Partido Popular (PP) reconvirtió el pleno extraordinario económico que tenía previsto para mediados de este mes de manera que tuviera encaje en este debate, lo cierto es que los populares destinaron más tiempo a analizar el estado el municipio hace un año, que al existente como resultado de su gestión en alianza con el Partido Andalucista (PA) y Ciudadanos (C’s).
El alcalde y cada uno de los portavoces de grupos municipales disponía 15 minutos a distribuirse a su libre albedrío en dos intervenciones. En su primer turno de palabra, el regidor, Francisco Salado (PP), destinó prácticamente 12 de los 16 minutos que utilizó para hablar de «la herencia recibida», asegurando que el anterior equipo de Gobierno «prácticamente no cumplió ningún punto de su pacto de gobierno».
Salado acusó al anterior concejal de Economía y Hacienda, Antonio Moreno (Ahora Rincón), de «haberle costado al municipio 600.000 euros» con su gestión económica, razón por la cual le instó a dimitir. Desde su punto de vista, en su primer año de legislatura, el bipartito PP-PA ha «hecho más con menos», lo que a sus ojos es una «lección magistral económica» por la que, unido al resto de los aspectos de gestión, merece «un notable alto».
El concejal no adscrito, Antonio Pérez, tuvo duras palabras para Salado, indicando que «usted arrancó su mandato mintiendo desde el principio», en referencia al compromiso, tanto de PP como de PA y Ciudadanos, de que José Mª Gómez Muñoz (PA) no asumiría ninguna concejalía ni formaría parte de la Junta de Gobierno, algo que sí ha sucedido en ambos casos. Por este motivo, Pérez no dudó en asegurar que «el PP, un partido condenado por corrupción, no tiene palabra».

Gómez Muñoz (PA) durante su intervención.
Otros de los reproches dirigidos al equipo de Gobierno por parte de Pérez, que posteriormente repetiría el resto del ala izquierda del pleno, fueron «la opacidad y oscurantismo» que PP-PA tienen respecto a los medios de comunicación, la oposición e, incluso, «como reconoció ella misma en el último pleno, con su socia de investidura Elena Aguilar (C’s)», según precisó Pedro Fernández Ibar (IU).
Otro de los puntos comunes en las críticas de la oposición fue la opacidad, con sombras de irregularidades, en las contrataciones que están teniendo lugar en EMMSA. A este respecto, mientras Fernández Ibar expuso que se está utilizando la misma lista de selección irregular para contrataciones que utilizó la tríada PP-PA-C’s para montar su moción de censura, Moreno afirmó que «Rincón está más sucio y no hablo de desbroce ni basura, sino de las prácticas clientelares en las contrataciones de EMMSA».
Ante tales acusaciones, Gómez Muñoz se defendió asegurando que «ustedes hablan de opacidad y enchufismo porque no tienen otro discurso», añadiendo que «cuando me venga un trabajador pidiendo ayuda para elevar un currículum a un negocio privado, yo lo voy a fomentar porque eso es ayudar».
PGOU sin consenso
A diferencia de PP y PA, la bancada progresista sí centró la mayor parte de sus discursos en el estado del municipio tras un año de mandato del bipartito. Ezequiel Carnero (Ahora Rincón) llamó la atención, por ejemplo, sobre el estado de abandono en materia de desbroce de Benagalbón, así como de los aliviaderos de playa convertidos en «baños de lodo». Paralelamente, el portavoz de Ahora Rincón recordó que «ustedes no creen en la participación, como han demostrado con el skatepark al no contar con el representante que vino al Escaño 22, como usted había prometido».
Antonio Sánchez (PSOE) rebatió la «lección económica magistral» expuesta por Salado revelando que, «debido a su lentitud a la hora de responder alegaciones, la nueva ordenanza del IBI con sus bonificaciones fiscales no se ha aprobado hasta el mes de mayo», por lo que solicitó que se aplique retroactivamente.
Sánchez también puso especial énfasis en la redacción del PGOU, del que dijo que «un año después no sabemos nada de él», lamentando que «se está haciendo sin contar ni con la ciudadanía ni con la oposición, y sin un modelo de ciudad consensuado».

Sánchez (PSOE) criticó la opacidad del PGOU.
El portavoz socialista aprovechó su intervención para recordar logros previos a la moción de censura, como es el desbloqueo para la construcción del cuarto instituto o la apertura del consultorio de Torre de Benagalbón, entre otras. Por su parte, Moreno acusó al PP-PA de «parasitismo político» por adueñarse de gestiones iniciadas por sus antecesores, como es lo referido a la refinanciación de la deuda financiera para pagos a proveedores por 14 millones de euros o los Fondos EDUSI«. No obstante, también tuvo palabras para poner en valor acciones de este último año, como las obras de los cementerios, el proceso participativo para el paseo marítimo de Torre de Benagalbón o el inicio de las obras de la futura Casa de la Juventud en los bajos del pabellón cubierto.
En cuanto a la piscina cubierta, la oposición fue dura al criticar que tras seis meses de la finalización de obras continúe cerrada al público sin haber sido adjudicada su gestión privada. En este sentido, Sánchez, incluso, barruntó que Salado aguantaría su inauguración para los meses más próximos a mayo de 2019, en plena campaña municipal de las elecciones municipales.
El portavoz del PP, Sergio Díaz Verdejo, centró buena parte de su diez minutos de intervención en las nuevas condiciones laborales de la Policía Local, tanto a nivel de equipamiento como de horarios, facilitando según él que «haya dos patrullas las 24 horas del día».
Campos, portavoz de PP-PA
El concejal no adscrito Óscar Campos (ex-Ciudadanos) se convirtió en el portavoz del PP-PA durante su intervención. Los únicos cinco minutos y medio que intervino en el pleno los dedicó a aplaudir la gestión del bipartito al tiempo que criticaba la gestión anterior a la moción de censura. Tan encendida fue la defensa de PP y PA por parte de Campos que, incluso, llegó a avanzar que será este Gobierno el que, tras más de dos años y medios de su aprobación inicial, apruebe definitivamente la ordenanza del taxi.
Algo, sin embargo, que no sucede con la ordenanza del ruido, cuya aprobación tuvo lugar meses atrás y, según indicó Fernández Ibar, «está guardada en un cajón sin que ni siquiera hayan respondido a nuestras alegaciones». Desde su punto de vista, la nueva ordenanza vendría a ser aún más restrictiva con la promoción de actividades culturales en locales y vía pública.
El momento más insólito de la portavocía del PP-PA improvisada por Campos fue cuando, en su segundo turno de palabra, solicitó ceder los 10 minutos que le restaban a Gómez Muñoz, que no había comprendido las reglas del debate y había consumido todo su tiempo en la primera intervención. Denegada la solicitud, Campos optó por no volver a tomar la palabras.

Aguilar (C’s), en segundo plano, se deshizo en alabanzas a su partido.
Por su parte, la portavoz de Ciudadanos, Elena Aguilar, dedicó la mayor parte de su discurso a adjudicar a la formación naranja todos los puntos favorables de la gestión del bipartito, fruto de su acuerdo de investidura –«que no de Gobierno», precisó- de 102 puntos.
A pesar de que dicho acuerdo se fiscaliza cada dos semanas, tal y como aseguró Aguilar, no hubo acuerdo con sus socios a la hora de establecer en qué estado de ejecución se encuentra. Mientras PP-PA aseguran que el cumplimiento ya se encuentra en el 80%, Aguilar puntualizó que éste es del 71%. De hecho, la edil de C’s afirmó que de un 13% de las medidas ni siquiera cuentan con ningún informe sobre su gestión y que únicamente un 40% de los puntos ha sido ejecutado por completo.
Aguilar centró sus palabras en elogiar la actividad municipal de su partido, del que llegó a decir que «es el único partido de la oposición que trabaja incansablemente por un proyecto de municipio», asegurando que «cada vez somos más aunque sólo vean a una persona sentada en este sillón».