Desgobierno

Arrinconados Salado Pepin

Cuando Francisco Salado (PP) y José Mª Gómez Muñoz (PA) decidieron enterrar el hacha de guerra para poder hacerse con el poder, acusaron al equipo de Gobierno desalojado de haber caído en el desgobierno. Año y medio después, la imagen presentada en el último Pleno ordinario es de una claridad aplastante: preguntado el bipartito PP-PA sobre un contrato menor de cerca de 3.000 euros para adaptar unos alcorques de la calle Ronda a la normativa de accesibilidad de la Junta, absolutamente ningún miembro sabía nada al respecto. Lamentable.

Al cierre del Pleno llegó el turno de control al Gobierno, una labor cada vez más complicada porque las respuestas que aportan PP-PA a la oposición son mínimas, haciendo gala de la opacidad que vienen desplegando desde su llegada al Gobierno. De hecho, desde su ascenso a la alcaldía, ni un solo contrato menor ha sido publicado en la web municipal, rompiendo la costumbre de sus antecesores que lo hacían de manera trimestral.

En este turno de palabras, el portavoz del PSOE, Antonio Sánchez, formuló diversas preguntas al respecto, desvelando a la ciudadanía que el Ayuntamiento se gasta casi 49.000 euros en colocar bolardos en la Plaza de la Constitución. Tras la estupefacción de esta revelación, se pasó al patetismo, en primer lugar de los dos concejales del PA (Gómez Muñoz y José Luis Pérez) para acabar después contagiándose al resto del equipo de Gobierno.

Ante la pregunta por ese contrato de cerca de 3.000 euros para adaptar alcorques, Gómez Muñoz le pasó la patata caliente a su compañero Pérez, que poco menos que se encogió de hombros. Salado, experimentado en el arte de escurrir el bulto, corrió un tupido velo y dio turno rápido a la siguiente cuestión.

Salvo la negativa del líder del PA de que la empresa contratada, SERGOMEZ 18, tenga que ver con él o su familia, ninguna otra información fue facilitada. La misma empresa, por cierto, a la que ya se abonó en mayo 6.000 euros por otra actuación en alcorques.

Recuerdo cómo Salado para justificar el matrimonio de conveniencia con Gómez Muñoz, no sólo ante su propia militancia, sino ante sus propios compañeros de bancada, aseguró que tendría que vigilar a su nuevo socio, otrora archienemigo en tribunales. Pues parece que ni siquiera esta labor que se autoencomendó está siendo llevada a efecto, dando rienda suelta a los tejemanejes del andalucista.

Sin salir del mismo Pleno, se dio otra situación -más complicada de detectar para quienes no sigan día a día la actividad municipal- que delata el desgobierno en que se haya el municipio. Desde el pasado verano viene preguntando la oposición por las cuentas de las ferias de verano, sin que el concejal responsable, Antonio José Martín (PP), aportara niguna información clarificadora.

Preguntado al respecto por enésima vez, muy digno él, respondió que las de La Cala llevan disponibles desde el pasado mes de septiembre… hasta ahí, todo correcto, con la salvedad que en Plenos pasados Martín había ignorado el estado de las cuentas cuando, según aseguró el pasado miércoles, las de La Cala ya estaban a disposición de todo aquel que las reclamara. En este punto, permítanme el inciso de que esto tampoco es real, porque hace más de un año que el bipartito PP-PA se niega a ofrecer información pública a la ciudadanía a pesar de que ésta lo solicita por Registro municipal.

La lista de hechos que evidencia desgobierno es interminable: desde el malogrado concurso de la piscina municipal, a la tardanza en la licitación del alumbrado navideño que ha dejado al municipio lo que restara en existencias (tal y como indicaba la propia compañía adjudicataria) o que por segundo año consecutivo vayamos camino de perder la convocatoria de subvenciones culturales (desconociéndose el destino de los 30.000 euros en juego).

Mientras, como buenos prestidigitadores de la política que son Salado y Gómez Muñoz, despliegan sus juegos de artificio y distracción, con su asfaltado, sus luces navideñas (obviando precio) y sus desbroces selectivos por el municipio. ¿Qué nos queda a los que descubrimos sus trucos de trileros? Que nos llamen «panfleto» -qué triste ver eso en el mismo Salado que meses atrás imprimía las informaciones de Arrinconados para agitarlas en los Plenos- o, incluso, que como en el caso de Gómez Muñoz me acuse de «tergiversar todas las cosas» por haber publicado el audio de sus propias palabras. Quizás es él quien tiende a acomodar sus palabras y sus recuerdos al propósito de su fin. Lo dicho, patético… y de risa si no fuera porque afecta al rumbo del municipio.