¿Está justificada la petición de dimisión a Salado por parte de IU?

Izquierda Unida (IU) solicitó ayer la dimisión de Francisco Salado como alcalde de Rincón y del portavoz del PP, Sergio Díaz, por su falta de compromiso con la Memoria Histórica. Asumiendo, como de hecho sucede, que se está incumpliendo la Ley de Memoria Histórica en el municipio, ¿deberían dimitir ambos representantes?
Solicitar la dimisión de un cargo público debería ser un instrumento de uso selectivo, restringido, de sentido común, vaya. Sin embargo, como sucede con los tribunales, la política adolece de un abuso de exigiencias de dimisión y de un exceso de judicialización. En el primero de los casos, la mayoría de las veces su eco se pierde antes, incluso, de terminar su recorrido; en el segundo, se consumen los ya escasos recursos, tanto judiciales como económicos, quedando en mero ruido. En esta última cuestión, esta corporación tiene un concejal muy lenguaraz que, de largo, es al que más en los morros ha dado la justicia -aunque lograra salvarse de condena por una tropelía que se demostró que cometió.
Sea como fuera IU ha pedido la dimisión de Salado y Díaz Verdejo, después de que la derecha -en la que incluimos a Ciudadanos y su única representante- diera la espalda a la Memoria Histórica. No es la primera vez que lo hace, porque cuando se está en la oposición uno traga bilis, pero ya en el poder, uno se cree el rey del mambo.
Bien es cierto que no en todos los casos, pero sí en bastantes ediles de la derecha se ha percibido un cambio de actitud desde la moción de censura, ya no sólo en su comportamiento, sino también en su lenguaje, tanto verbal como corporal. Quizá piensen que ya no hay que guardar tanto las apariencias y, precisamente por eso, la derecha da ahora rienda suelta a su verdadera naturaleza.
Vivimos en un Estado en donde se puede hacer apología del franquismo, buena parte del empresariado que maneja los hilos del país son herederos directos de la dictadura -y a ella deben su fortuna- y se subvenciona con dinero público a colectivos que homenajean a un malnacido asesino y torturador. Así las cosas, es complicado hacer cumplir la Ley de Memoria Histórica.
¿Es motivo suficiente para que dimitiera Salado? Díaz Verdejo, al fin y al cabo, es una peón en el tablero de ajedrez; lo que importa es el jaque-mate y, para eso, antes hay que hacer un jaque al rey, esto es, pedir la dimisión. Y la respuesta es no. Cuando uno pide la dimisión, ha de ser coherente, y parece que poco sensato reprochar a Salado lo que cuando IU estaba en el Gobierno no hizo.
En los cerca de 21 meses en los que IU estuvo en el Gobierno no se realizó, ni tan siquiera, un inventario de calles y simbología franquista en el municipio. Ya no digo retirarlas, porque podría haber quien hiciera malabares dialécticos y lo justificara diciendo que para eso se esperaba a la constitución de la Mesa de la Memoria Histórica. Pues bien, esa Mesa sólo se reunión una vez. IU, bien es cierto, que no estaba ya en el Gobierno cuando tocaba convocar a la Mesa en sesión ordinaria (abril de 2017). En ese sentido, PSOE y Ahora Rincón no la convocaron, e IU no se pidió la dimisión de ningún representante, aunque también es verdad que habría que ser muy cínico para poner en tela de juicio el compromiso de cualquier de ellos con la Memoria Histórica (aunque al PSOE, como partido de Gobierno en democracia, se le olvidó hasta la llegada de Rodríguez Zapatero).
Es preciso matizar en este punto, que el desplante de la derecha a la Marcha de la Desbandá este año ha sido nauseabundo y, más que la gota que colma el vaso, una prueba más de que aún se le atraganta condenar los crímenes del franquismo. Tampoco ha sido una sorpresa; sí un gesto más que ayuda a perfilar lo que aún se cuecen entre las filas conservadoras.
Más pedagogía
Desde el punto de vista político y aunque deteste ligar estrategia a política porque, en un Ayuntamiento, es más patente el impacto directo de las acciones municipales en la ciudadanía, IU se ha equivocado. Más que exigir una dimisión por este motivo, quizás habría sido mucho más beneficioso para el pueblo visibilizar los problemas de digestión que tiene la derecha con la Memoria Histórica -hasta el punto de rozar el ridículo, como le pasó al portavoz del PA, José Mª Gómez Muñoz, durante un pleno municipal- y recordarlo convenientemente cuando vengan los tiempos de reclamar el voto.
Entonces, será un buen momento para recordar a quiénes se ha apoyado y a quiénes se ha dado la espalda. ¿Tendrá impacto este recordatorio? No lo sé, pero si estuviera en un partido político, preferiría perder unas elecciones haciendo una pedagogía con la que no consigo convencer que ganar mintiendo.
porque en Rincón de la Victoria hay una importante base social a la que también se le atraganta lo de condenar los crímenes franquistas y otro segmento de la población al que, sinceramente, le importa un carajo lo que suceda en el pueblo y en el Ayuntamiento mientras la farola de su calle luzca y la maleza no se coma las aceras -lo que parece que también se le atraganta al Consistorio en algunas zonas que, por lo general, votan en municipales más en clave nacional que municipal.
Para finalizar, ¿saben qué? Sin quitar gravedad al hecho de que, en la actualidad, el Ayuntamiento esté muy lejos de cumplir con la Ley de Memoria Histórica y, en esta materia, incluso de la decencia más básica, eso se ve, se conoce y no sorprede. Por su trayectoria, se espera de los partidos que llevan las riendas del Ayuntamiento en la actualidad. Me preocupa más lo que no se ve y que sería muy bueno que la oposición real -de la que, hasta que demuestren lo contrario, no incluyo a ‘la ciudadana’ y al recién estrenado no adscrito-, hicieran más pedagogía. A veces detecto más afán por apuntarse tantos que por informar y defender el bien común cuando, en realidad, ésto último en sí mismo un tanto.
Desde la llegada al poder de PP y PA, con el apoyo de Ciudadanos, es imposible acceder a expedientes, informes de intervención o, incluso, presupuestos municipales. Para desgracia de todo el municipio, el departamento de comunicación, que cuenta con más refuerzo que nunca, se ha convertido en un mero emisor de notas de prensa, sin responder prácticamente a ninguno de los requerimientos de los medios de comunicación.
Oposición verdadera, saquen a la luz toda esa información, hagan pedagogía con la cantidad tan grande que hay de vecinos y vecinas desinformados y olviden acciones efectistas que, a la hora de la verdad, tienen poco efecto real. Un pueblo informado es lo que más teme el poder. Si no fuera así, ¿cómo explicar la era de opacidad en la que la tríada PP-PA-C’s nos tiene sumidos? Aún resta algo más de un año para las elecciones municipales: informen sin adoctrinar, asuman errores y sean honestos, partidos de la oposición, y entonces será el pueblo el que pida o no dimisiones.