El Ayuntamiento reniega de un permiso que concedió hace 15 años

Michiel Struÿk van Bergen no podía imaginarse lo que le sucedería en Rincón de la Victoria: Un buen día, una de sus puertas de acceso a la vivienda quedó a más de 2,5 metros del suelo. El ‘ladrillazo’ depredador vivido en el municipio hizo que para construir una nueva urbanización se rebajara el terreno sin tener en consideración las viviendas que llevaban más de una década allí. Struÿk solicitó un permiso para instalar una escalera; el Ayuntamiento lo concedió… Ahora, le multa por ello.

Corría el año 2002 cuando este músico de la Orquesta Filarmónica de Málaga solicitó un permiso para instalar una escalera con la que poder continuar haciendo uso de su entrada. Al frente del Consistorio como alcalde se encontraba José Mª Gómez Muñoz. En su solicitud, este músico holandés incluyó un croquis de la escalera en el que se detallaban todas las medidas, fiel retrato de lo que posteriormente ha sido instalado.

Doce años después, en 2014, el mismo político, Gómez Muñoz, ya como portavoz del PA y en la oposición (después de haber sido expulsado del PP), denunciaba a través de una nota interior la instalación de dicha escalera. La misma persona bajo cuyo liderazgo se concedió el permiso quería ahora retirarlo. En su escrito, en el que también reclamaba otras acciones para la calle en la que vive, el andalucista mintió, dado que aseguraba que la escalera «está ocupando media calle, impidiendo el paso público y produciendo el pertinente riesgo», algo que no es cierto tal y como se aprecia en la fotografía.

Marta Marín era entonces la concejala de Vía Pública y, según explica el músico, «cuando acudió al expediente, el croquis que yo incluí cuando solicité el permiso para la instalación» había desaparecido. Esta es solo una de las cosas asombrosas que le fueron sucediendo a Struÿk. Unos años antes, cuando era concejal Samuel Huesca, le fue denegado el proyecto de su casa alegando «necesidades de trabajo de este área municipal». Cuando en 2011 volvió a solicitarlo, ni siquiera le contestaron.

Sea como fuere y a pesar de que revisando diferentes planes de PGOU y LOUA no queda clara la alineación marcada, de que incluso apareció finalmente el croquis en base al cual fue concedido el permiso, el músico ha sido sancionado –ya ha pagado casi 1.000 euros– y recibe mensualmente multas coercitivas para proceder a la retirada de la escalera, que dadas las lesiones que actualmente sufre su pareja, se ha vuelto vital.

Según explica Struÿk, nada tiene sentido: el concejal de Urbanismo en la anterior legislatura, Antonio M. Rando (PP), confirmó que el permiso se había concedido equivocadamente por parte del Ayuntamiento, por lo que ahora debería o resolver con un nuevo permiso o pagar una indemnización que al menos cubriera los costes de la escalera y de su desinstalación. Asimismo, la anterior regidora, Encarnacion Anaya (PSOE), y el concejal de Urbanismo, Antonio Sánchez (PSOE), se reunieron con él y tampoco encontraron sentido a la polémica. Sin embargo, el Ayuntamiento continúa presionando para la retirada de la escalera.

En esta nueva etapa, con el bipartito PP-PA, apoyados por Ciudadanos, Struÿk no ha encontrado ningún apoyo. Desde Alcaldía ya se le ha notificado, según indica, que el regidor, Francisco Salado (PP), «no tiene tiempo para recibirme». El músico cuenta, incluso, cómo hace unas semanas, cuando se manifestó en la puerta del Ayuntamiento, «una televisión estaba entrevistando al alcalde y cuando el cámara quiso grabarme, se le indicó que no lo hiciera y ni se dirigió a mí».