El tripartito PP-Cs-PMP arranca una nueva farsa participativa

Arrinconados ^Presupuestos Participativos 2019

Imaginen que alguien en quien confían -o deberían poder confiar- les roba con el timo de la estampita cerca de 5 millones de euros. ¿Volverían a confiar en esa persona? Pues esa misma pregunta es la que deberían hacerse ante la nueva iniciativa de presupuestos participativos que ha lanzado hoy el tripartito compuesto PP, Cs y PMP.

La última vez que el alcalde Francisco Salado (PP) presumió de proceso participativo fue cuando se realizaron las votaciones paa elegir el modelo de paseo marítimo de Torre de Benagalbón. Entonces, el regidor popular, con su particular modelo de participación, admitió sin despeinarse que no se habían admitido a votación propuestas ciudadanas que pudieran perjudicar el modelo por el que él mismo se inclinaba más. Dicho de otro modo, aquel proceso fue una auténtica farsa teledirigida.

Ahora, con la misma filosofía, el tripartito trae una nueva iniciativa de presupuestos participativos. A pesar de que corrigen su concepción anterior, aquella en la que la participación ciudadana únicamente se reducía a un mero buzón de sugerencias, el proceso propuesto esta mañana continúa expuesto al arbitrio de Salado y l@s suy@s.

Aunque es cierto que intenta plagiar el exitoso modelo de 2016, que trajo consigo la escuela de teatro, la mejora de bibliotecas, cursos para personas desfavorecidas o, incluso, el que será el nuevo auditorio al aire libre, se ha quedado a medio camino. ¿Por qué? Porque, en realidad, ninguno de los tres partidos que están en el gobierno creen en la democracia participativa. Prefieren seguir anclados a la democracia representativa en la que quienes son elegidos cada cuatro años tienen la última palabra.

¿En qué me baso para tal afirmación? En que el proceso es muy similar al de 2016 con una salvedad: no existe el grupo motor. ¿Qué quiere decir esto? Que no existe un grupo de ciudadanos externo, nutrido por toda aquella persona que quiera estar presente, que fiscalice la limpieza del proceso. En 2016 lo hubo y estuvo compuesto por personas de todo tipo, de ideologías de izquierda y de derecha, pertenecientes a colectivos o no, etc. (incluso pasaron por él miembros del actual equipo de gobierno). Por eso, aquellos primeros presupuestos participativos fueron un éxito.

Por otro lado, el proceso que hoy ha presentado el tripartito carece de índices correctores de ‘Justicia Social’, atendiendo franja de edad, solidaridad entre núcleos, promoción de igualdad, justicia ambiental, etc. Algo, por otro lado, que ya se encontraba aprobado en el segundo reglamento de presupuestos participativos elaborado por el grupo motor. PP, Cs y PMP, siendo fieles a su espíritu de participación, ni siquiera se han molestado en sentarse con aquel grupo motor que, sin lugar a dudas y por haber sido el colectivo más involucrado de principio a fin en el primer proceso de 2016 -más que cualquier político o técnico municipal- son los que saben más de la materia.

Por todo ello, recuerden: si les vuelven a timar, el problema no es del timador, es suyo.