Gómez Muñoz o cómo mirar a otro lado para eludir responsabilidades

Arrinconados Gómez Pepín

En el último número de Así Es Rincón de la Victoria, desvelamos cómo nuestro municipio es el único de toda la Axarquía que cuenta con un servicio de parque zoosanitario propio, lo que nos ha costado en los tres últimos años -último período de adjudicación- 180.000 euros. El coste, en realidad, es mayor, puesto que a ello hay que sumar las aportaciones que el municipio hace a la Diputación, así como a la Mancomunidad de Municipios de la Axarquía, con los que ayuda a pagar los servicios zoosanitarios con que cubren sus necesidades el resto de Ayuntamientos axárquicos.

Desde el Ayuntamiento ha sido imposible encontrar una justificación a esta circunstancia porque el responsable del parque zoosanitario, José Mª Gómez Muñoz (PA), niega su responsabilidad, a pesar de que así lo determina el decreto de competencias del Consistorio. Casualmente, fue Gómez Muñoz el que por primera vez y cuando era alcalde con el Partido Popular, sacó a concurso este servicio que, desde entonces, sólo ha contado con un adjudicador en sucesivas convocatorias: José Antonio Villodres, dueño de Don Animal y presidente de la ACERV.

Vélez-Málaga tiene cerca de 30.000 habitantes más que Rincón y su censo de perros nos supera en más de 3.500 según el Colegio de Veterinarios de Málaga. A pesar de ello, a la capital de la Axarquía le basta con el servicio de parque zoosanitario que presta la Mancomunidad, recientemente adjudicado por algo más de 150.000 euros. El único que se presentó al concurso fue Villodres, que renovó así el servicio que a venía prestando. Lo mismo sucedió con el concurso de la Diputación de Málaga, que por casi 11.000 euros cubre a siete de los ochos municipios a los que el contrato de Mancomunidad no llega.

El octavo municipio es Rincón de la Victoria, que en pocas semanas debería convocar el concurso del parque zoosanitario puesto que el actual contrato con Villodres termina a primeros de enero. El dueño de Don Animal ya ha manifestado su intención de presentarse. Así mantendría el monopolio de las perreras municipales en la Axarquía.

Desde el punto de vista empresarial, la jugada para Villodres es maestra. Desde la óptica de gestión municipal, es una incógnita. A priori, parece que un pueblo cuya prestación de servicios se ve afectada por la deuda municipal -más de 65 millones de euros- debería tratar de ahorrar lo máximo posible. De haberse adosado al servicio que ya presta la Mancomunidad, el ahorro habría sido, como mínimo, de 60.000 euros al año, tan necesarios en el municipio como el respirar.

Obviamente, se habrían producido cambios en el servicio, puesto que el actual contrato exclusivo para Rincón recoge tiempos de respuesta máximos de una hora, por ejemplo, algo que no sucede en Mancomunidad. Sin embargo, el contrato es claro a la hora de exigir como mínimo un centenar de perreras de uso exclusivo para Rincón. El parque tiene unas 110, lo que deja apenas una decena de perreras disponibles para los 30 municipios de la Axarquía cubiertos por Mancomunidad y Diputación… cosa que no sucede, siendo Villodres el primero en admitirlo al asegurar que «no hay incompatibilidad». Conceptos como «de uso exclusivo» sugieren, sin embargo, que sí hay incompatibilidad.

La explicación que no llega

Sea como fuere, la ciudadanía necesita una explicación que no llega. Gómez Muñoz se desentiende de sus funciones, asegurando que la gestión del parque zoosanitario no le pertenece, contradiciendo los decretos de competencias que firma la mismísima alcaldesa. En un claro intento de tirar balones fuera, Gómez Muñoz afirma que él sólo tiene la partida económica, pero tanto las decisiones como la gestión de la perrera municipal le corresponde a Pedro Fernández Ibar (IU). El edil de Sanidad de IU, sorprendido, niega tal extremo, ciñéndose al decreto de competencias.

¿Qué sentido tiene que el presupuesto del parque zoosanitario esté en Medio Ambiente y su gestión en Sanidad? Ninguno, sencillamente, porque eso no es cierto. Gómez Muñoz lo sabe y, consciente de ello, no encuentra más respuesta que «lo mío es barrer, lo mío es la limpieza». Lo mismo sucede en la Mancomunidad, sobre la que el concejal del PA tampoco sabe nada, a pesar de que él es también allí el responsable de Medio Ambiente y, por tanto, del parque zoosanitario. Tanto es así, que aunque afirma que todo lo relativo a ese servicio es responsabilidad del presidente del ente comarcal, él mismo estuvo en la mesa de contratación y, por tanto, alguna explicación debería dar.

Esta dejación de funciones, esta elusión de responsabilidades es una falta grave para con la ciudadanía… y, lo que es peor, no es un hecho aislado. Son muchas las veces en que, bien la prensa o bien la oposición piden explicaciones de gestión al concejal de Medio Ambiente y éste evita darlas con las excusas más peregrinas: «estamos trabajando en ello», «no me ha llegado ningún escrito»… Y es una pena, porque la falta de transparencia llama a la desconfianza y, en este asunto del parque zoosanitario, no se puede ser más opaco.