Historias de precariedad (II)

Segunda entrega de la serie Historias de precariedad, iniciada ayer y que persigue arrojar luz sobre las situaciones de explotación laboral que se viven en Rincón de la Victoria, especialmente en el sector de la hostelería. Si en el primer artículo se relataba en primera persona jornadas de 13 horas diarias, sin contrato, con un salario en dinero B a 1,77 euros la hora, hoy contamos otra experiencia en un chiringuito muy conocido en el municipio:

«Hace dos veranos trabajé unos 2 meses y medio (la temporada justita) en un chiringuito muy conocido de Rincón. En principio no me ofrecieron contrato, ya que eso por lo visto te lo ofrecían cuando llevabas al menos 1 año trabajando con ellos. La idea era trabajar unos 3 días a la semana como extra, pero la realidad se tornó en turnos de 13 horas seguidas, turnos partidos con 1 hora de diferencia entre turno y turno, llamadas y whatssaps en mis días «libres» para que fuese a trabajar con una diferencia de 2 horas aproxiamadamente como mucho y un sueldo que al hacer las cuentas ni llegaba a los 6 euros la hora.

De un día para otro con otra compañera vimos que no aparecíamos en el horario y así nos enteramos de que nos habían cortado, fácil y sencillo.

Hoy día me cruzo a los jefes por Rincón y ni me miran a la cara, espero que al menos entiendan la situación de necesidad de los trabajadores que aceptamos esas condiciones con tal de poder pagar el alquiler y comer. No es por gusto, es por necesidad».

¿Te sientes identificado o identificada con este testimonio? Si es así, comparte tu experiencia con el resto. Envíanos tu historia a través del formulario de contacto de Arrinconados o escribiendo a arrinconadosblog@gmail.com