La inauguración que puede salir rana

El próximo martes 17 de diciembre, a las 11:30 horas, se procederá a la inauguración de la piscina cubierta municipal, según han comunidado fuentes municipales. Casi cuatro meses después de su apertura, el tripartito PP-Cs-PMP parece querer darse un pequeño baño de multitudes y titulares porque, dando un paso para atrás, ¿para qué sirve en realidad esta inauguración?
La inauguración llega con meses de retraso, aunque hay que admitir una cosa: esos cuatro meses son justo la mitad de tiempo que Salado y los suyos se adelantaron en 2015 para hacerse una foto con la excavadora detrás para anunciar unas obras que empezarían unos ocho meses después. Fue lo que los propios populares bautizaron como «un anuncio sin acto», pues de haberlo sido habrían incumplido la ley al coincidir con una cita electoral.
La gran pregunta es, ¿por qué no se inauguró la piscina cuando se abrieron sus puertas? Seguramente, porque el clima estaba muy calentito. A fin de cuentas y después de los casi 4 millones de euros que ha pagado íntegramente la ciudadanía rinconera, que se privatice su explotación para que haga negocio un tercero escuece en quienes han financiado la gallina de los huevos de oro.
Si a ese escozor se suman, además, los miles y miles de euros que han salido del erario público en mantenimiento y seguridad de unas instalaciones acabadas y cerradas durante cerca de 20 meses porque el concurso público no se llevó con la diligencia debida desde el Ayuntamiento, Salado reculó y no quiso exponerse a la opinión pública. Como guinda del pastel, las plazas se había agotado antes, incluso, de abrir sus puertas, en mitad de un clima de crispación ciudadana.
Y eso nos lleva a la elección del momento: ¿es ahora el momento adecuado? Más allá de lo surrealista del asunto, conviene destacar el gusto de Salado por el culto a su persona. Todavía está fresco el recuerdo de la nota de prensa de su viaje a Sudáfrica -del que todavía no ha presentado las facturas requeridas- en la que se hacía llamar «mandatario», su campaña de publicidad personal a cargo de la consulta que admitió amañar sobre el paseo marítimo de Torre de Benagalbón o el autobombo que acostumbra a darse como presidente de la Diputación de Málaga: sólo en el último mes, hasta cinco notas de empresas están encabezas por su apellido en el titular… ya saben, no es la Diputación quien hace, sino Salado…

El actual concejal de Hacienda, Antonio Fernández (PP), desde la oposición aportó su granito de cemento a la primera piedra de la piscina, en ausencia de Salado en 2016.
Sea como fuere, quizás el momento actual tampoco es el adecuado. Aunque la población rinconera ha recibido con los brazos abiertos la esperada piscina, lo cierto es que todavía se amontonan las quejas. Liderando el ránking de decepciones, la saturación de gente en las instalaciones y a la hora de reservar clases, así como que la empresa concesionaria siga anunciando en la radio municipal la gratuidad de la matrícula y, sin embargo, no existan plazas disponibles. De hecho, ni siquiera se indica a las personas interesadas cuánta gente hay por delante en la lista o qué plazo aproximado se maneja.
A estas quejas se suma la tan odiada pulsera de acceso, sin la cual, es imposible acceder al recinto, aunque se porte el DNI y de un golpe de vista se compruebe que, efectivamente, la persona es socia y, además, ha reservado previamente una actividad. Mientras en ese extremo un socio o socia queda sin poder disfrutar de lo que paga por haber olvidado la pulsera, en el otro, o bien cruza el torno alguien con una pulsera prestada o tres de un golpe. Falta de clases inclusivas para personas con diversidad funcional, carencia de fuentes, menor tiempo de las clases de lo que se oferta y precios demasiado elevados, especialmente para personsa jubiladas, desempleadas o familias numerosas son algunas otras quejas.
Así las cosas, inaugurar la piscina el próximo martes podría convertirse en un punto de encuentro para todas aquellas personas descontentas que quieran expresárselo en primera persona al regidor. En otras palabras, el álbum de fotos y la media docena de titulares que espera Salado pueden salirle rana. Desde luego, en manos de la ciudadanía está… Salado y la privatización ya han hecho el resto.