La contratación de servicios de jardinería al hermano del secretario de Salado en Diputación genera las críticas de la oposición

La aprobación del expediente de reconocimiento extrajudicial de créditos por valor de más de 3.200 euros durante el último Pleno extraordinario motivó que toda la oposición cuestionara la transparencia por parte del tripartito PP-Cs-PMP a la hora de adjudicar contratos menores. Dichos contratos, que cubrían el riego de determinadas zonas verdes del municipio, habrían ido a parar a la empresa Barbol S.L., cuyo administrador único es el hermano del secretario de Francisco Salado (PP) en Diputación.

El responsable de Medio Ambiente, Borja Ortiz (PP), atribuyó la necesidad de aprobar este expediente a un error de comunicación con la empresa, por el que ésta no presentó las facturas al Ayuntamiento. Tal y como reprochó la oposición, el objeto de estos contratos son servicios recurrentes de riego que se vienen contratando trimestre a trimestre a la misma empresa.

Es por ello que, aún siendo legal, desde la oposición se lamentó esta práctica de contratación recurrente en lugar de agrupar todos los contratos en un único concurso público al que pudieran acceder más empresas. A este respecto, Ortiz se confesó incapaz de poder predecir las necesidades de riego -el objeto de las facturas-, admitiendo además «improvisación» por parte del equipo de Gobierno, motivo por el cual «no se realizó en aquel momento el informe de necesidad correspondiente».

Convocar estos servicios en único concurso público contribuiría a obtener mejores precios que atenuaran el impacto en las debilitadas arcas municipales, algo que no se realiza. Además, el hecho de que las facturas ni siquiera fueran incluidas en el expediente, habiendo sido incorporadas tras la convocatoria del Pleno y la comisión previa, reforzó las críticas de la oposición por falta de transparencia, a las que Ortiz replicó «dejen de decir tonterías».

Esta falta de respeto por parte del edil popular provocó el malestar general en la bancada opuesta al equipo de gobierno, desde la que el concejal de Vox, José Antonio Rodríguez, llegó a deslizar que «si quiere le ponemos nombre y apellidos a este empresa, porque además son amiguetes». Fue entonces cuando el alcalde, Francisco Salado, salió al paso, pidiendo «señor Rodríguez, por favor, vamos a terminar» queriendo cerrar la posibilidad de revelar la empresa adjudicataria con un «dejen el expediente tranquilo».

Las facturas se corresponden con una empresa propiedad del hermano del secretario y cargo de confianza de Salado en Diputación que, previamente, compatibilizó los cargos de jefe de prensa de la campaña del PP en las últimas elecciones municipales con el de gestión de las redes sociales y redacción de las notas de prensa del Ayuntamiento. No es la primera vez que la adjudicación de contratos menores a dedo terminan en personas afines al PP: el secretario electoral del partido ya protagonizó una polémica idéntica, continuando en la actualidad disfrutando de contratos de miles de euros con el Consistorio.