La edil de Bienestar Social se esfuma en los presupuestos «más sociales» de Rincón

Los presupuestos municipales para 2021 por fin echaron a andar ayer, con su aprobación inicial que únicamente encontró el voto negativo de PSOE y Vox. Con la etiqueta de ser «los más sociales», la concejala responsable de este área, Elena Aguilar (Cs), se mantuvo en silencio durante toda la sesión plenaria, dejando en manos de sus compañeros de gobierno la defensa de unas cuentas que la oposición considera insuficientes, precisamente, con el azote de la pandemia del COVID-19.
Con un retraso que obligará al Ayuntamiento a comenzar de nuevo el año que viene con los presupuestos de 2020 prorrogados, el tripartito PP-Cs-PMP presentó ayer las cuentas para 2021 en Pleno extraordinario. Con una previsión de ingresos de 45,8 millones de euros (frente a los 45,1 millones de 2020) y unos gastos de 43,13 millones (42,6 millones en 2020), el concejal de Economía, Antonio Fernández (PP) destacó «lo equilibrado» del presupuesto, que contempla un fondo de contingencia de 765.000 euros para hacer frente a imprevistos derivados de la pandemia.
A falta de presentar las correspondientes alegaciones, entre las críticas a la cuentas la oposición destacó «una visión muy optimista de la realidad socio-económica de Rincón para el año que viene», según el portavoz socialista, Antonio Sánchez, dado que se prevé un incremento de los ingresos pese a la crisis. El edil de Hacienda vino a justificar sus cifras, fundamentalmente, en el aumento de población y, por tanto, de contribuyentes, que se ha producido en el municipio, próximo ya a los 50.000 habitantes.
En las partidas de gastos y pese al incremento de un 6,62% para Bienestar Social, la oposición en bloque consideró insuficiente la cantidad, dadas las crecientes necesidades que vive el municipio en materia social. Rocío Calderón (IU) reprochó una vez más a Aguilar que ni siquiera cuente con un jefe de servicio dedicado en exclusiva a esta delegación, pues se trata del mismo trabajador para prácticamente media docena de áreas. Aguilar, en su escaño, se limitó a ser testigo silencioso de las críticas a las partidas de su negociado.
La desaparición de los presupuestos participativos, el aumento del coste de EMVIRIA pese a haber sido privatizado -aunque a día de hoy no se ha formalizado el contrato, según fuentes municipales-, un notable incremento en las externalizaciones de trabajos con empresas, un pago medio a proveedores por encima del doble del plazo que establece la ley (está ahora en 65 días), el recorte de cerca de un 35% en inversiones y el pobre estímulo al fomento del empleo fueron otros de los reproches realizados por parte de la oposición, pese a lo cual tanto IU como Podemos sorprendieron con su abstención.
El portavoz socialista afirmó que «con estos presupuestos no se piensa en el modelo de ciudad y sus carencias, sino en las necesidades del Ayuntamiento», sugiriendo que han mandado más los intereses políticos en su confección. En un ejercicio de autocrítica, Sánchez afirmó que «no hemos sido capaces, ni antes ni ahora, de dejar de mirarnos el ombligo y mirar más al municipio», ante lo cual el concejal de Economía sostuvo que las prioridades de los vecinos se resumen en «limpieza, jardines y seguridad».
Asimismo e incumpliendo la promesa realizada por el propio Antonio Fernández en 2017, el APAL de Delphos, con una partida de 452.000 euros, y el de Deportes, con 1 millón, continúan operando como entidades independientes en lugar de haberse integrado en el Ayuntamiento, como sucediera hace tres años con la Cueva del Tesoro.
[En futuras informaciones se realizará un estudio más pormenorizado del Presupuesto 2021, algo que no ha sido posible al no disponer de los datos. A pesar de la aprobación del I Plan Municipal de Transparencia en el último Pleno ordinario, el equipo de Gobierno ha optado por no publicar en la web municipal las nuevas cuentas para el año que viene].