La incidencia desbocada respalda las críticas de la oposición a la gestión COVID

En un mes Rincón de la Victoria ha visto disparar su tasa de incidencia de contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días en más de un 800%. El municipio ha pasado de una tasa de 71,8 casos el 25 de junio a los actuales 650 casos. Entre medias, dos ferias -La Cala y Rincón de la Victoria- con críticas por parte de PSOE, IU y Podemos, así como de la patronal de hostelería, AEHMURV, por no respetarse las medidas de seguridad COVID. El descontrol de la incidencia es tal que la Junta de Andalucía ha optado por realizar un cribado masivo a lo largo del día de mañana.

La semana pasada, el supuesto consenso del que siempre se ha jactado el equipo liderado por Francisco Salado (PP), saltaba por los aires. IU y Podemos abandonaban la Comisión Reactiva, encargada de defeinir conjuntamente la gestión COVID, vertiendo duras críticas: «El equipo de gobierno vende públicamente un consenso inexistente, que se traduce en meras comisiones de carácter informativo, donde se socializan las medidas impopulares y se apropian aquellas que se llevan a cabo«.

No era la primera vez que el ala izquierda del Pleno acusaba al tripartito PP-Cs-PMP de ir a rebufo de sus propuestas para, después, apropiarse de ellas y venderlas como mérito propio. Algunas de estas críticas ya se dejaron caer en la presentación del Plan Reactiva 2021, elaborado sin ni siquiera hacer un balance exhaustivo del correspondiente a 2020.

Sin embargo, la gota que parece haber colmado el vaso de IU y Podemos es el modo en que el equipo de Gobierno ha ignorado sus advertencias y las del PSOE, que durante la feria de La Cala denunciaron los riesgos que se corrieron en materia de seguridad COVID al no respetarse los protocolos sanitarios.

Un mes después los resultados se dejan notar sin que ello haya hecho que el tripartito modificara un ápice la programación original de la feria de Rincón, que terminó celebrándose en Nivel 2 a pesar de que la propia Junta lo desaconsejaba. Entonces, la concejala de Ferias y Fiestas, Clara Perles (Cs), aseguró rotundamente que la feria estaba diseñada para celebrarse, incluso, en Nivel 3 de riesgo, a pesar de que la Junta lo prohíbe expresamente.