La masacre medioambiental de La Cala del Moral llega a los Juzgados de Málaga

El enfrentamiento entre el alcalde, Francisco Salado (PP), y buena parte de la ciudadanía, en especial de La Cala del Moral a cuenta de la masacre medioambiental cometida en este núcleo no ha terminado con la imposición de un centenar de palmeras. Según ha podido saber Arrinconados, las denuncias que inicialmente se realizaron ante la Fiscalía de Medio Ambiente han terminado siendo remitidas al Juzgado de Instrucción número 8 de Málaga. Además, el Defensor del Pueblo Andaluz también ha decidido tomar cartas en el asunto.

El movimiento vecinal #LaCalaNoSeTala no se rinde. Tras haber sido ignorada la voz de la ciudadanía durante todo el proceso de tala indiscriminada y arrancamiento de árboles sanos en la Avenida de Málaga para plantar en su lugar cocos plumosos, la ciudadanía ha conseguido que su causa sea remitida a los Juzgados de Málaga.

Según ha informado una portavoz del movimiento, las numerosas denuncias que se realizaron a la Fiscalía de Medio Ambiente cuando se ejecutó el arboricidio de manera precipitada, tal y como admitió en sesión plenaria un responsable del tripartito PP-Cs-PMP, han sido remitidas a los Juzgados de Instrucción. «Al no tratarse de especies protegidas, esa fiscalía no pudo imputar delito medioambiental, pero en lugar de descartar que se haya producido un acto ilícito, lo ha remitido al Juzgado número 8«, explican estas fuentes. A este procedimiento, el movimiento vecinal se personará como la Asociación Moral y Acción Verde para constatar el respaldo social con que cuenta.

El alcalde Francisco Salado junto a su concejal de Medio Ambiente, Sergio Díaz.

A estas diligencias judiciales hay que sumar, además, la actuación del Defensor del Pueblo Andaluz que, según detalla en una comunicación esta misma semana, «son muchos los vecinos de Cala del Moral que […] nos solicitan apoyo sobre la cuestión planteada. A este respecto podemos informarle que se han iniciado las actuaciones ante los organismos administrativos correspondientes para tratar de crear una mesa de diálogo al respecto».

Una de las portavoces de #LaCalaNoSeTala valora muy positivamente esta mediación, «que exigiremos que sea en un espacio neutral, como la Casa de la Cultura de La Cala, para que así se vea el destrozo». El encuentro tendrá lugar, previsiblemente, durante la última semana de este mes.

Los planes municipales pasan por extender su actuación en La Cala hacia Rincón de la Victoria y Torre de Benagalbón, por lo que desde el colectivo vecinal consideran crucial intervenir, aunque la arboleda eliminada ya no se pueda salvar. Lo harán con idéntico espíritu con que acudieron a las reuniones posteriores a la tala, «aportando soluciones técnicas y alternativas de arboledas viables».

Riesgo para la salud

«No es cuestión de ganar o peder», indica la portavoz de #LaCalaNoSeTala, «sino de que los responsables políticos den la cara y las explicaciones oportunas, algo que no han hecho hasta ahora». El colectivo denuncia «la manera sutil con que están cambiando nuestro paisaje en perjuicio del medio ambiente y de nuestra salud», añadiendo que «vamos a pedir todas las explicaciones, incluidas las cuentas de absolutamente todo, desde el coste de la tala y arrancamiento al despliegue policial masivo con que nos reprimieron durante la tala».

Tubería reventada por los operarios que plantaban palmeras.

Por otro lado, existe preocupación e indignación en la vecindad de La Cala, que durante los trabajos de plantación de las nuevas palmeras de sudamérica asegura que asistió a la rotura de las tuberías de agua por parte de los operarios. Dichas tuberías estaban hechas de fibrocemento, material altamente tóxico y cancerígeno prohibido por la Unión Europea (UE).

A pesar de que tanto PSOE como IU han solicitado en repetidas ocasiones a los equipos liderados por Salado y José Mª Gómez Muñoz (PMP) la sustitución de estas conducciones, ésta no sólo no se ha producido, sino que no se han aportado las explicaciones oportunas. En este caso, además, se da la circunstancia de que todo el acerado había sido levantado y no habría mejor ocasión para la sustitución, pero ésta no se ha producido. Hasta 50 kilómetros de tuberías de este material estarían conduciendo el agua potable en el muninicipio, según los últimos datos facilitados.