La salida de Campos culmina el fracaso del proyecto político de C’s en Rincón

El todavía concejal de Ciudadanos (C’s), Óscar Campos, dejará de serlo el próximo jueves, cuando en Pleno Extraordinario se ratifique su salida de la formación naranja tras haber solicitado pasar a ser concejal no adscrito, como su ex compañero de partido, Antonio Pérez. Asimismo, Campos ha solicitado su baja del partido conservador, habiendo sido aceptada por la dirección.
La situación se había hecho insostenible después de que medio centenar de afiliados apoyara el envío de una carta a la Comisión de Garantías de Ciudadanos en la que denunciaba el autoritarismo de la portavoz del partido, Elena Aguilar, y su marido, Jordi Pons, que ejerce como coordinador de la agrupación local.
A este clima de tensión interna se suma la deslealtad sufrida ayer por Campos, cuando siendo él el representante de C’s en la Comisión de Economía y Hacienda (en la que se dieron a conocer los Presupuestos 2018, que irán a aprobación inicial el próximo jueves, se le negó la información. Aguilar, en posesión de un CD-ROM con toda la información desde hace días, habría ocultado estos datos a su compañero, quedando en evidencia en dicha Comisión, según relata Campos.
Así las cosas y visto que desde Garantías del partido no se toma en consideración la denuncia realizada hace algo un mes que dibuja a Aguilar y Pons como dos dirigentes autoritarios «movidos por caprichos y venganzas», Campos tomó la determinación, en el día de ayer, de pasarse al grupo no adscrito.
Arrinconados ha intentado contactar con Aguilar, pero ésta no ha estado en disposición de antender nuestra llamada.
De tercera fuerza a residual
Con la marcha de Campos, el proyecto político de Ciudadanos en Rincón se desinfla. La formación naranja ha pasado de ser la tercera fuerza política del municipio, por detrás de PP y PSOE, a ser la última. Si escandalosa y envuelta en la polémica fue la salida de su número uno, Antonio Pérez, hace algo más de dos años, la de Campos no lo ha sido menos. Como denominador común, Aguilar, que en ambos casos se sitúa en el epicentro de las quejas y denuncias de los dos exCiudadanos, así como de buena parte de la militancia.
Campos elude pronunciarse si Aguilar mantiene su posición «por amiguismo o por no hacer ruido», pero de lo que no tiene la menor duda es que de las reuniones mantenidas con la diputada provincial y vicepresidenta segunda del Consejo General, Teresa Pardo, se desprende que «no se respetan los estatutos del partido, que se ha convertido en uno como otro cualquiera». Según él, Pardo ha tratado, incluso conocidas las denuncias, de «limar asperezas, en lugar de aplicar unos estatutos abriendo expediente a Aguilar y dándole la oportunidad de interponer sus correspondientes alegaciones».
Así las cosas, el Gobierno del bipartido PP-PA, sostenido por Ciudadanos, queda debilitado días antes de la aprobación inicial de los Presupuestos para 2018, que tras la ocultación de información, aún no ha podido valorar Campos. De nuevo en minoría (10 concejales frente a 11 de la oposición), la tríada PP-PA-C’s podría no ver aprobadas sus cuentas para el año que viene.
Una situación que se repetirá a lo largo de lo que queda de legislatura, pues Campos es muy claro al indicar que, pese a haber participado en el acuerdo de investidura de PP-PA, «no tienen mi apoyo incondicional, habrá que ver punto por punto», en referencia al documento marco de más de 100 asuntos suscrito por PP, PA y C’s.
De cara al futuro, y confirmando que «ninguna fuerza política me ha realizado ningún acercamiento», el nuevo concejal no adscrito rehúsa pronunciarse acerca de sus planes para la próxima legislatura, añadiendo que «voy día a día».