La subida de precio salva la caída del 23% en venta de tiques en la Feria de la Tapa

Arrinconados Feria Tapa 2016

La Feria de la Tapa se ha quedado lejos de sus expectativas iniciales. Aunque el presidente de la ACERV, José Antonio Villodres, corrige sus previsiones iniciales de 140.000 tiques vendidos, apuntando que se refería a consumiciones, es decir, 70.000 tiques, lo cierto es que el balance inicial arroja unas ventas de 50.000 tiques (un 23% por ciento menos que el año pasado). No obstante, el resultado para los 10 establecimientos que finalmente participaron ha sido positivo, puesto que al ser cuatro menos que el año anterior, sus ventas se han visto incrementadas cerca de un 22%, según la organización, aunque la facturación total respecto al año anterior haya bajado en 5.000 euros.

«Tenemos que asumir que estamos en crisis», afirma Villodres para entender por qué no se han conseguido igualar las ventas de la edición de 2015. El presidente de la ACERV explica que «ya no sucede como en los buenos tiempos, cuando la gente compraba 30 y 50 euros en cartones de tiques para toda la feria; este año, se compraban de dos en dos». De este modo y aunque desde el Gobierno central indican que lo peor de la crisis ya ha pasado, lo cierto es que si en 2013 llegaron a venderse 80.000 tiques, este año la cifra ha caído en 30.000. Villodres destaca que la «equitividad en ventas entre los establecimientos, sin que haya habido uno que destaque sobre el resto; otros años ha habido más disparidad».

Sobre si la subida de 50 céntimos en el precio del tique ha podido influir en este descenso, Villodres señala que «nos debemos a la asamblea que fue la que decidió la subida», remarcando que «la competencia en Rincón de la Victoria es muy grande». En ese sentido, el presidente defiende la filosofía del tapeo, «que es de pie, codo con codo y no sentado», entendiendo que quienes se sientan en otros bares del paseo marítimo ajenos a la carpa de la Feria consumen más raciones que tapas.

Sea como fuere y corroborando la competencia destacada por Villodres, lo cierto es que el precio de la caña más tapa en los bares colindantes a la carpa es de 1,50 euros, es decir, un euro menos que en la Feria con la ventaja añadida de estar sentando, disfrutar del aire libre y, además, no estar servido en vasos y platos de plástico. Quizás por este motivo, tal y como indica la organización, el impacto económico en todo el municipio ha rondado los 300.000 euros (50.000 euros menos que el año pasado); además, Villodres añade que «los bares próximos a la Feria me cuentan que han doblado sus ventas estos días».

En cuanto al número de asistentes, la cifra no ha variado respecto al año pasado (30.000), a pesar de haber arrancado novedosas iniciativas como los paquetes turísticos comercializados por casi 300 agencias de viaje. Villodres está convencido de la validez de la fórmula y sostiene que «si lo trabajamos, veremos el rendimiento dentro de entre tres y cinco años».

De cara a futuras ediciones, el presidente de la ACERV remarca que «todo aquel colectivo y persona de a pie que crea que puede aportar, tiene las puertas abiertas de la Asociación porque entre todos tenemos que buscar más financiación para tener que invertir menos y mejorar la Tapa». De este modo, Villodres habla de «municipalizar la Feria de la Tapa, lo que sería el certificado de supervivencia del evento, como sucede con la Virgen del Carmen o el Boquerón Victoriano, que no sea un evento de la ACERV sino de todo Rincón de la Victoria».