Las expropiaciones asfixian al Ayuntamiento

El Pleno del Ayuntamiento aprobó ayer la adhesión al Fondo de Impulso Económico del ejercicio 2022 que ha puesto en marcha el Gobierno de la nación. Asfixiado por el pago de la cadena de expropiaciones que el Consistorio ha de ir ejecutando, no le ha quedado otra, más aún con la deuda de varias decenas de millones de euros que arrastran las arcas públicas rinconeras.
El pasado mes de julio, el concejal de Economía, Antonio Fernández (PP), admitía que el Ayuntamiento sufriría una «catarsis presupuestaria» de no ser por las ayudas del Gobierno central que le están llegando. La deuda millonaria que arrastra el Consistorio y su escaso músculo de tesorería se han visto significativamente empeoradas con la lista de pagos por expropiaciones a que tiene que hacer frente. Así las cosas, el nivel de endeudamiento del Ayuntamiento roza el máximo que permite la ley.
A los cerca de cinco millones de la Cueva del Tesoro (más intereses), se suman los 2,7 millones de Apartamentos Andalucía, tal y como los juzgados han dado la razón a los propietarios (el Consistorio había previsto únicamente cerca de un millón).
De no ser por estas ayudas, la situación sería crítica, toda vez que según admitió el propio Fernández, en la actualidad únicamente existen 800.000 euros de crédito presupuestario y «la previsión a cinco años es establecer entre medio millón y un millón de euros por año para posibles expropiaciones», cantidad absolutamente insuficientes considerando que otras en ciernes como la operación llevada a cabo con la antigua discoteca Baluma podrían superar los siete millones de euros (el Ayuntamiento sólo lo valoraba en 800.000 euros) y el Llano de Torroba, que supera también el millón de euros. Además, el alcalde, Francisco Salado (PP), avanzó que «vienen muchas más».