Las Fuerzas de Seguridad toman La Cala para permitir la masacre medio ambiental

Muchas personas que esta mañana hayan tomado la salida de La Cala por la Avenida de Málaga para acudir a sus trabajos habrán vuelto a la tarde asistiendo a un panorama desolador. Sin prácticamente ya ningún árbol, la principal avenida de La Cala del Moral era tomada esta mañana de madrugada por un dispositivo policial y de la Guardia Civil inédito en la historia de Rincón de la Victoria. El objetivo era asegurarse de que, a diferencia de lo que sucedió el jueves pasado, la presión vecinal no consiguiera paralizar los trabajos de arranque de todos los árboles en este emplazamiento.

Las vecinas de La Cala han vuelto a demostrar su coraje.

Las órdenes eran claras: lograr que no quedara ni un solo árbol en pie en la Avenidad de Málaga. Para ello, el equipo que lideran Francisco Salado (PP), Elena Aguilar (Ciudadanos) y José Mª Gómez Muñoz (PMP) han contado con más de una decena de agentes de la Benemérita y buena parte de la plantilla de agentes de la Policía Local, con sus dos principales mandos coordinando el dispositivo.

Las primeras mujeres del movimiento vecinal #LaCalaNoSeTala aparecían sobre las seis de la madrugada y el dispositivo de Fuerzas de Seguridad ya estaba desplegado. El secretismo con que se ha llevado la operación por parte del tripartito PP-Cs-PMP ha sido tal que, al no haber advertido de la maniobra para la retirada de los vehículos estacionados, a muchas personas les ha cogido por sorpresa. A partir de ahí, el cúmulo de irregularidades se ha sucedido, desde el inicio de los trabajos antes de lo que permite la Ordenanza del Ruido al incumplimiento de la ley de prevención de riesgos laborales con operarios sin las debidas protecciones para la tala, pasando por el corte de ambas aceras de manera simultánea lo que ha provocado que la ciudadanía, incluidos menores camino del colegio, tuvieran que caminar por la calzada junto a los coches en movimiento.

Los efectos de la poda salvaje llevada a cabo antes de arrancar los árboles.

Como sucediera la semana pasada, los operarios han empleado maquinaria pesada para extraer los árboles, lo que ha dañado gravemente sus raíces, sacándolos en algunas ocasiones casi sin ninguna. Mientras las vecinas y los vecinos protestaban al grito de «¡Salado Bolsonaro!» asistían a cómo ejemplares de más de doce metros de altura eran reducidos a un tronco sin ramas y prácticamente sin raíz.

La precipitación ha sido absoluta, hasta el punto de que en alguna ocasión los operarios han creído que al arrancar el árbol éste se partiría. Trabajos que deberían haberse ido escalonado, se han realizado hoy en las dos aceras, dejando la avenida principal de La Cala como una zona de guerra, con el consiguiente perjuicio para su vecindad y los negocios locales.

Estado de la raíz de uno de los árboles que el Ayuntamiento asegura que trasplantará.

Dos árboles se han salvado de la tala gracias a la rapidez con que el movimiento vecinal ha burlado al dispositivo de seguridad que, pese a superar ampliamente en número a l@s vecin@s, no han sido capaces de impedirlo. Mañana, según lo previsto, estos ejemplares serán las nuevas víctimas que, como las de hoy, descansarán presumiblemente en un descampado próximo a la Cueva del Tesoro.

Los árboles arrancados esperan apilados en un descampado para ser trasplantados.

El próximo miércoles, durante el Pleno ordinario, el movimiento vecinal intervendrá haciendo uso del Escaño 22, para expresar su descontento, no sólo por la masacre medioambiental cometida sino, además, por el modo en que Salado y el resto de su equipo han despreciado a las vecinas y vecinos de La Cala que llevan días reclamando un reunión con el equipo de Gobierno, algo que no se ha producido.

El alcalde popular, lejos de tender su mano hacia la ciudadanía, ha evitado cualquier contacto con ella y, en su lugar, ha emitido un comunicado repleto de medias verdades y falsedades de un proyecto que ni siquiera conoce el técnico de EMVIRIA, es decir, el máximo experto en arbolado en el Ayuntamiento.