Los gastos (y no gastos) que no anuncia el Ayuntamiento

El Ayuntamiento de Rincón de la Victoria no es un buen ejemplo de transparencia y diligencia. La presentación de la Cuenta General casi tres meses después de lo que establece la ley sitúa al Consistorio en el 23% de administraciones locales que incumplen los plazos. En dichos documentos se detalla la situación patrimonial municipal, así como los gastos, ingresos y beneficios o pérdidas de la entidad.
La Cuenta General correspondiente al ejercicio 2018 confirma lo que avanzaba la Liquidación: las horas extras se dispararon. Sólo en el caso de la Policía Local, de los 30.000 euros inicialmente presupuestados se pasó a los más de 96.100 euros, en medio de acusaciones por parte de CCOO de arbitrariedad y opacidad a la hora de asignarlas. Si se analiza el grueso de la plantilla municipal se observa la desviación de las cuentas confeccionadas por el concejal de Economía, Antonio Fernández (PP), que de unos cálculos iniciales de 43.000 euros para horas extras, el coste de ésta se disparó a más de 137.000 euros (muy lejos de los 20.000 euros de 2016).
La opacidad se extiende a otras áreas, como al área de subvenciones cuya convocatoria pública se suspendió con la llegada de Francisco Salado (PP) y José Mª Gómez Muñoz (PMP). Sin embargo, la desaparición de esta convocatoria no quiere decir que no se hayan asignado: se hace, a dedo y sin publicidad ni libre concurrencia. De hecho, sólo en el capítulo de subvenciones para asociaciones sin ánimo de lucro se saltó de los 32.000 euros presupuestados a más de 62.600 euros. Lo mismo sucede con los 6.500 euros otorgados a proyectos culturales mientras los 28.000 euros inicialmente destinados a actividades en la Sala de Las Musas ni siquiera se tocaron.
Asimismo, la ACERV (Asociación de Comerciantes y Empresarios de Rincón de la Victoria) es otra de las grandes beneficiadas de las arcas públicas, sin que ello lleve aparejada una explicación de las cuentas. Así, mientras que el premio de 6.000 euros del Cliente Oro es pagado íntegramente por el Ayuntamiento, lo que le cuesta en realidad a la ciudadanía ronda los 7.000 euros (2.000 euros por debajo de lo presupuestado). Más inexplicable resultan los 6.550 euros gastados en un partida denominada Black Friday cuando, en realidad, hace años que no se promociona ni organiza el Black Friday como sucediera en 2015. El Ayuntamiento también subvenciona la Gala de Distincions de la ACERV con 3.500 euros, en la que cada comensal abona unos 35 euros por cubierto.
En el capítulo de lo que no se ejecuta, destacan cómo de los 40.000 euros dimpuie la partida de Violencia de Género no se gastó ni un euro en 2018, mientras que de los 15.000 euros de los Planes de Lucha contra la Violencia de Género sólo se gastaron 126,5 euros. Tampoco se gastó nada de los 20.000 euros previstos para los Programas de Drogodependencia.