Más sombras que luces en el primer año de gobierno de PP, Cs y PMP

Se cumple un año del Gobierno del tripartito PP-Cs-PMP marcado en su recta final por la crisis del COVID-19, en la que su falta de transparencia y rodillo plenario ha vuelto a ser la constante hasta el estallido de la oposición de izquierda. Un año de gestión en el que el asfaltado de buena parte del municipio -casi todo en periodo preelectoral y electoral- y la llegada al fin de fondos de la Diputación Provincial de Málaga tras haber cerrado el grifo durante la primera mitad de la legislatura pasada son sus grandes logros.
Las elecciones de 2019 dejó un pleno fragmentado, con el PP manteniendo escaños pero con un desplome de Ciudadanos (Cs) que obligó a Francisco Salado (PP) a reeditar su pacto de la legislatura pasada con José Mª Gómez (PMP), en esta ocasión, con la formación naranja también en gobierno. La izquierda, por su parte, veía a un PSOE que crecía, pero una IU estancada y Podemos en caída libre imposibilitaban un pacto progresista.
De este modo, el tripartito sería una realidad, experiencia que ya habían vivido desde la moción de censura de 2017, con la diferencia de que ahora Elena Aguilar y Clara Perles (Cs) asumían concejalías, pasando a ser corresponsables de la gestión municipal y, renegando de lo defendido en el pasado, recibiendo con los brazos abiertos a su nuevo cargo de confianza… tanto como la subida de sueldo de más de 8.100 euros que el tripartito aprobó como una de sus primeras medidas.
Un año después y antes del azote del COVID-19, la escalada incesante del desempleo, sin que apenas las campañas de verano o Navidad tuvieran impactos positivos, ha acompañado la gestión de PP-Cs-PMP. Ello, unido a la polémica suscitada por un portal de empleo de Delphos incluido en las promesas preelectorales para, después, dejarlo caer en el olvido, no ha mejorado la situación de miles de personas en Rincón.
El incremento en el gasto municipal, no sólo ha venido acompañado por financiación de Diputación, sino por varias modificaciones presupuestarias porque las cuentas no salían. El sobrecoste de las obras de la Plaza Al-Andalus o un auditoría prometida en Deportes que no ha visto la luz son borrones en el área que lidera Antonio Fernández (PP).
Privatizaciones y herencias
Las privatizaciones inconclusas tanto de EMVIRIA como de EMMSA, ésta última con la oposición manifiesta de la plantilla, pasaron de ser dos buques insignia del equipo liderado por Salado a ser condenadas al silencio. En el caso de la primera, cuyo presupuesto ni siquiera se agota, se produjeron infracciones administrativas en la convocatoria del concurso público; en la EMMSA, la parálisis del tripartito retrasó durante meses los informes técnicos preceptivos.
De los proyectos heredados de la gestión del ala progresista, destacan la apertura al fin de la piscina municipal cubierta y el inicio de la construcción del auditorio municipal. En el primero de los casos, tras meses de calvario judicial por decisiones municipales en el concurso público y miles de euros de las arcas del Ayuntamiento gastados en mantenimiento mientras tanto, al fin en septiembre de 2019 la piscina abrió sus puertas. Medio año después, la gestión privada, en contra de la que siempre se posicionó la bancada de izquierda, ha incumplido su compromiso de inaugurar en abril nuevas pistas deportivas en el exterior, incluida una piscina descubierta.
En cuanto al auditorio municipal, la idea fue en realidad vecinal, puesto que se trata de uno de los proyectos propuestos y votados en los únicos presupuestos participativos reales con los que ha contado Rincón de la Victoria. Después de que Salado admitiera en ruedad de prensa haber teledirigido la consulta popular sobre el paseo marítimo de Torre de Benagalbón, el pueblo castigó su nueva iniciativa en torno a los presupuestos, cuya consulta apenas fue respaldada por el 1% de la poblacion (unas 500 personas). Unos presupuestos en los que PP, Cs y PMP rechazaron realizar una auditoría municipal para arrojar luz sobre la procedencia de la deuda millonaria que lastra el funcionamiento del Consistorio.
Por su parte, el skatepark al fin vio la luz -con meses de retraso-, no sin que antes l@s jóvenes tuvieran que acudir a un Pleno municipal para reclamarlo y que, mientras el Ayuntamiento desplegaba una campaña de marketing las obras ni se iniciaran.
Incumplimiento de leyes
El incumplimiento continuado -y admitido- de hasta tres leyes como son la de Transparencia, la de Memoria Histórica y la de Haciendas Locales empañaron también al tripartito. Opacidad en concursos públicos como el que pretendió destinar un solar público a un centro de educación privada o la destrucción de parte del monte para contruir un parque temático de dinosaurios, el carpetazo a la comisión de investigación para esclarecer las supuestas irregularidades en los procesos de selección de la Policía Local son sólo algunos ejemplos de la opacidad municipal o el continuo encubrimiento alrededor de todo cuanto acontece con los servicios zoosaniarios, ligados a Don Animal, son ejemplos de una falta de transparencia, denunciada en varias ocasiones por la oposición de izquierda.
Bajo la gestión de Gómez Muñoz hubo que renunciar a la posibilidad de cobrar miles de euros de indemnización que merecía el Ayuntamiento por incumplimientos del contrato privatizado de alumbrado público. Una polémica que, si bien es cierto que salpicaba al anterior gobierno de izquierda, desde 2017 venía ocultándose pese a las solicitudes realizadas por Registro por Arrinconados.
En el capítulo del Turismo, además del incumplimiento de su propio Plan Director o la negativa a asumir responsabilidades por mantener más de 20.000 euros de recaudación en la Cueva del Tesoro que fueron robados, la llegada del COVID-19 ha evidenciado las carencias del municipio, muchas de ellas consecuencia de anuncios prometidos por el tripartito en FITUR, como el fiasco del portal de turismo. Positiva fue la subvención para poner en valor la Villa Romana, que fue a parar a una viajea conocida del Ayuntamiento: Copesol, que concurría asociándose con otra empresa.
Por su parte, Cultura disparó el gasto navideño hasta los 100.000 euros, mientras dejaba caer en 2019 en el olvido una partida de 30.000 euros para dotar de libros a las bibliotecas municipales para, ya este año, reducirla un 50% negando la necesidad de ampliar el fondo bibliográfico. Aunque si por algo saltó Rincón en 2019 a la prensa nacional fue por dejarse marcar el paso por Vox y censurar el concierto de Def con Dos en la feria de Rincón, algo que meses después el fallo del Tribunal Constitucional evidenciaría que fue un error.
Desde el punto de vista medioambiental, el tripartito ha mostrado su menosprecio por las zonas verdes, asfaltando el espacio destinado a huertos ecológicos, el mencionado parque de dinosaurios en pleno monte o las obras realizadas tras la ampliación de la Plaza Al-Ándalus y la demolición de la antigua sede de Protección Civil en la que prima el hormigón y ni una sola sombra, pese a instalarse aparatos biosaludables. En cuanto a las playas, el tripartito faltó a su compromiso durante más de un año de elaborar un estudio de las dinámicas del litoral para evitar que éstas se vean tan perjudicadas por los temporales y, cuando lo hizo, sin que estuviera exento de polémica; sin olvidar los miles de euros gastados en contenedores de residuos para el reciclaje para, después y según reconoció Gómez Muñoz en un pleno municipal, toda la basura se vuelque en el mismo camión.