UPyD sitúa la inclusión y la economía social en punta de lanza de su programa

El pasado jueves por la tarde UPyD presentó oficialmente su candidatura a la alcaldía de Rincón de la Victoria para las elecciones del próximo 24 de mayo. Guillermina Paniagua encabeza una lista que, como ella misma remarcó, «a pesar de que en las elecciones de 2011 nos quedamos a 33 votos de obtener representación, llevamos cuatro años trabajando muy duro y sin remuneración». Esa fue, precisamente, la diferencia que la candidata destacó frente a los nuevos partidos que aspiran a la alcaldía: «Durante la pasada legislatura nos hemos estado reuniendo con todo el tejido asociativo de Rincón para llevar sus demandas y sus preocupaciones al Pleno del Ayuntamiento, realizando alegaciones a presupuestos, a las ordenandas de la playa…».
Durante los próximos días la formación magenta hará público su programa electoral de más de 200 puntos con el que persigue tres objetivos fundamentales: la activación de la economía local, la inclusión de los colectivos más desfavorecidos y la regeneración democrática. En referencia a éste último punto, Paniagua aseguró que «somos el único partido que incluye en su programa reformas estructurales de regeneración democrática porque, especialmente los que han gobernado anteriormente, no han puesto nada encima de la mesa».
La lideresa de UPyD se mostró convencida de «ser la alternativa» y lamentó que «el tiempo nos ha dado la razón, demostrando que el chiringuito que montaron las formaciones del bipartidismo, PP y PSOE, nos ha pasado factura a todos los ciudadanos». Con el fin de atajarlo, la apuesta de UPyD pasa por un programa muy social, en el que las políticas de inclusión tienen un peso específico, no sólo de cara a los colectivos amenazados por la miseria (con bonos sociales en materia energética, sanitaria o alimentaria; un plan de lucha contra la pobreza infantil…), sino también con la diversidad funcional (accesibilidad de las páginas webs municipales, eliminación de barreras arquitectónicas, guía de recursos disponibles…) o con el colectivo inmigrante (creación de ‘la cada de la multiculturalidad’, como espacio de intercambio).
En esa misma línea, Paniagua afirmó que «apostamos por la economía social, que ha demostrado que es la que menos ha sufrido durante esta crísis, con fórmulas como las cooperativas, asociaciones, fundaciones… con un emprendimiento social muy orientado a los jóvenes y los más desfavorecidos».
Paralelamente y según explicó el número 3 de la lista, Antonio Núñez, el programa de UPyD huye de grandes obras faraónicas que, según precisó, son inabordables con la deuda que arrastra el consistorio rinconero. Núñez calificó la política urbanística llevada hasta ahora como «un auténtico desmadre», en la que «los tres arquitectos con que cuenta el Ayuntamiento se dedican mása la concesión de licencias que a rediseñar el municipio como una ciudad europea».
Este ingeniero técnico industrial sostuvo que el municipio ha de encaminarse al diseño de «una ciudad policéntrica, en la que los servicios estén repartidos para no colapsar el centro urbano». En esa misma línea, Núñez considera imperativo el establecimiento de medidas de aparcamientos disuasorios, es decir, «la zona azul, hablando claro», al tiempo que se impulsa «la movilidad urbana con carriles-bici que sirvan para algo más que pasear, que sirvan para acceder al centro, ir a la compra, etc.».
El fomento de las energías renovables, especialmente en todos los edificios municipales y de obra nueva, la recuperación de la gestión pública del agua tras, según apuntó, la irregular prórroga por cinco años otorgada a Hidralia o el impulso definitivo a la sede electrónica municipal fueron otros de los puntos destacados. Núñez advirtió que «hasta hace muy poco en el Ayuntamiento estaban trabajando con Windows XP, que ya no tiene soporte y que se puede hackear fácilmente, por lo que estamos vendidos y nuestros datos en riesgo».
«Salado miente, la deuda creció»
La economista Miriam Meléndez es la número 2 de la candidatura de UPyD y fue la encargada de abordar el estado de las arcas municipales, tachando al Consitorio de opacidad y oscurantismo. En su opinión, «Salado miente cuando dice que el Ayuntamiento ha reducido la deuda o que tiene un superávit de 5 millones de euros». Meléndez apoya sus afirmaciones con los últimos datos disponibles, «puesto que desde el Ayuntamiento se niegan a darnos las cuentas de 2014». Así, según los datos facilitados por el interventor correspondientes al ejercicio de 2013 (en la fotografía inferior), al concluir ese año la deuda municipal ascendía a 81 millones de euros.
Esta cifra, en la que ya estarían consolidadas todas las partidas adicionales que supusieron los planes de pago a proveedores puestos en marcha por el Ministerio de Hacienda, como alegó el alcalde Francisco Salado durante su presentación como candidato, evidenciaría que de acuerdo a la deuda declarada por el regidor, ésta habría crecido en 4 millones de euros en 2014. Asimismo y siempre de acuerdo a los datos del interventor, la deuda de 90 millones de euros que Salado afirma que encontró al llegar a la alcadía en 2011, nunca se habría producido, alcanzando su punto máximo en 2013 -a falta de conocer los datos de 2014.
Meléndez denunció «el modo en que se confeccionan los presupuestos, en los que año tras año se estima que se va a ingresar 600.000 euros en multas cuando en realidad se ingresan 100.000 o cómo esperan 18 millones de euros por IBI cuando sólo supone 12 millones». Desde su punto de vista, «todos los años presupuestan automáticamente las mismas cantidades sin revisar lo que realmente ingresaron el año anterior, es para llorar».
Entre las medidas que propone la formación magenta para abordar la deuda municipal, Meléndez hizo especial hincapié en la «realización de una auditoría de la deuda, aunque a diferencia de lo que propugnan otros partidos que también la solicitan, nosotros no hablamos de deuda ilegítima pues el pueblo fue quien eligió a esos gestores y tiene que pagar sus deudas». No obstante, precisó, «lo que hay que hacer es exigir responsabilidades por esa mala gestión».
Asimismo, Meléndez subrayó la necesidad de «renegociar los intereses abusivos que está pagando el Ayuntamiento, que rondan el 7% y, sólo el pago de esos intereses nos cuesta 7 millones de euros al año». Este es otro de los motivos, indicó, por los que todos los años hay déficit en las arcas municipales que, en el mejor de los casos, ingresa unos 36 millones de euros.
La eliminación de tasas que «datan del año de la Pepa», la eliminación de gastos superfluos («1 millón de euros en protocolo, 600.000 euros en personal de confianza sin contar sus dietas ni Seguridad Social…») y un firme compromiso con la transparencia, «con la que se sepa hasta cuándo se compra un lápiz», fueron otras de las medidas que Meléndez expuso en su presentación. Complementando la batería de medidas, Paniagua también avanzó su intención de «reducir de 12 a 5 concejalías: Alcaldía, Control Interno, Infraestructuras y Medio Ambiente, Servicios Sociales y Dinamización Económica y Social».