Rincón de la Victoria, en venta

El bipartito PP-PA está vendiendo al mejor postor lo poco que resta al municipio por esquilmar: sus servicios públicos. Después de haber dejado al segundo pueblo de la provincia por renta per cápita sin suelo público, de situarlo en el ránking de localidades con menor número de infraestucturas básicas como un mercado de abastos, o culturales, como un teatro, van ahora a por sus trabajador@s públic@s y los servicios que desempeñan: oleada de privatizaciones.
Ni Francisco Salado (PP) ni José Mª Gómez Muñoz (PA) han tenido nunca ningún escrúpulo para mercantilizar con los bienes públicos. En ese sentido, mantienen su línea de regularidad, dando negocio a intereses partículares y jugando con la ciudadanía y su bienestar como moneda de cambio. La última feria de turismo de Londres es una prueba de ello:
Olvidarse de la Cultura como atractivo del municipio en beneficio del golf, cuyos usuarios se alojan en las instalaciones del club privado Añoreta, el mismo que realizó obras sin contar siquiera con licencia municipal y se miró para otro lado, es una aberración, pero, como digo, una línea regular en las prácticas del tándem Salado-Gómez Muñoz.
La privatización de la piscina es otra prueba más. Salado ha sacado pecho del canon (había otra empresa que daba 20.000 euros más al año) y del bono mensual de 29 euros, pero se ha cuidado mucho de no compartir con la ciudadanía que la proyección de la adjudicataria es que en el cuarto año el ingreso medio mensual por usuario será de unos 46 euros.
Ahora y con intención de dejarlo atado antes de las elecciones municipales de mayo de 2019, es el turno de EMMSA, EMVIRIA , incluso, los Servicios Operativos. Privatizaciones, además y según denuncia Izquierda Unida (IU), van en contra de un informe conjunto de Secretaría e Intervención municipal que dejan claro que «la gestión directa de servicios se basan en un mejor control sobre la calidad de las prestaciones, abaratamiento de los costes ya que al coste de ejecución material no habría que añadirle los gastos generales, impuestos y beneficio industrial».
Al respecto de la empresa de limpieza ya he dedicado varios artículos. Sobre la empresa al cuidado de parques y jardines, esta misma semana IU ha destapado que, según establece en su informe el técnico responsable de EMVIRIA, la privatización nos costará 1.393.677,22 euros. Ahora Rincón y PSOE se suman a las denuncias de IU, habiendo votado en contra durante la comisión informativa mientras que el concejal no adscrito, Óscar Campos, se sitúa cada vez con más claridad en la órbita de Gómez Muñoz y, claro está, votó a favor. Desde el PSOE advierten que PP, PA y Campos «dejan en el aire los contratos de las 17 personas» que actualmente trabajan en EMVIRIA.
Por si esto no fuera poco, a la ola de privatizaciones se suman los Servicios Operativos y, como viene siendo habitual en la pareja Salado-Gómez Muñoz, con su estilo rastrero y ruin, privando de información cuanto pueden, despertando las sospechas de todo cuánto pudieran estar ocultando. El secretario general del PSOE rinconero, Antonio Sánchez, hablar de «nocturnidad con la que está actuando el equipo de Gobierno en este asunto”.
IU, por su parte, abunda en el ultraje a los servicios públicos, compartiendo el informe del Ingeniero Técnico municipal, en el que indica que PP-PA tiene intención de licitar “el mantenimiento de pavimentos, mobiliario, elementos biosaludables, aparatos infantiles, vallas y barandillas, etc. existentes en las zonas verdes, los cálculos realizados quedarían desvirtuados, debiendo estimarse, un incremento del 20% sobre lo dicho anteriormente, al ser necesarios más operarios (especializados en algunos casos), maquinaria y herramientas específicas, mayor presupuesto para compra de material de reposición, etc.».
En suma, las vecinos y los vecinos de Rincón que, en muchos casos, con tanto esfuerzo pagan sus impuestos, no merecemos que se juegue así con lo público, que una pareja al frente del Ayuntamiento esquilme nuestros recursos, mercantilice con lo que no les pertenece y lo repartan entre unos pocos, jugando, además, con decenas y decenas de puestos de trabajo.