Salado asume como propios proyectos iniciados antes de su llegada a la alcaldía

Arrinconados Salado Azada

La campaña electoral del Partido Popular (PP) vuelve a personificarse en la figura del que viene siendo su candidato desde hace más de una década, Francisco Salado. Con el lema ‘Cultura de Gestión’, el candidato popular presume de diez grandes proyectos, arrogándose su autoría. Sin embargo, varios de ellos se remontan a periodos anteriores su llegada a alcaldía en 2017 tras asociarse con José Mª Gómez Muñoz, a pesar de que meses atrás el PP aseguraba haber sido advertido por trabajadores de EMMSA de que Gómez Muñoz imponía a toda la plantilla que donara 3.000 euros a una única asociación para poder cobrar su fondo social.

A pesar de que una de las primeras medidas adoptadas por Salado fue acabar con los Presupuestos Participativos –el entonces interventor, admitió que las motivaciones eran estrictamente políticas– aún a día de hoy sigue beneficiándose de ellos. Prueba de ello es la incorporación a su lista de proyectos del auditorio municipal o del skate park, en ambos casos proyectos iniciados gracias a la primera y única edición de presupuestos participativos abiertos y vinculantes de Rincón de la Victoria en 2016.

Propaganda electoral del PP.

En el caso concreto del skate park, además, fue precisa la presión popular para que se iniciaran las obras, llegando a hacerse uso del Escaño 22. En 2019, el Ayuntamiento llegó a publicar hasta cuatro notas de prensa anunciado estas instalaciones sin que ni siquiera se hubieran iniciado las obras. Además, Salado faltó a su palabra con el ciudadano del Escaño 22 y el Ayuntamiento redactó un primer proyecto ignorando su compromiso adquirido durante el Pleno municipal, algo que, de nuevo fue posible revertir gracias a la presión ciudadana.

Entre los proyectos de ejemplo de Cultura de Gestión, el PP incorpora también la piscina municipal, cuyo proyecto y obras se iniciaron a principios de 2016, con Encarnación Anaya (PSOE) como alcaldesa del municipio. A su llegada al poder, Salado prácticamente heredó la toma de decisión sobre el modelo de gestión, optando por la privatización sin contemplar siquiera precios especiales para familias numerosas. Sin embargo, este proceso se alargaría durante más de un año debido a las numerosas irregularidades registradas, hasta el punto de que la Justicia obligara a rehacer los pliegos de licitación.

También figura entre sus proyectos emblema un parque infantil dinosaurio de Añoreta, que no debiera inducir a error y pensar en el Parque Temático de Dinosaurios, cuyas obras ni siquiera han empezado aunque debiera está ya a pleno rendimiento, al igual que sucede con el parque periurbano de Torre de Benagalbón prometido durante la legislatura 2011-2015. Mientras, ni la empresa adjudicataria ni el equipo de Salado arrojan luz sobre si aquélla está abonando ya el canon que le corresponde.