Salado exporta su manipulación a Sudáfrica

El alcalde de Rincón de la Victoria, Francisco Salado (PP), ha viajado esta semana hasta Durban (Sudáfrica) para participar en la Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales (CGLU). En una nota de prensa de absoluto autobombo, en la que no se detalla cuánto dinero le ha costado al municipio su aventura sudafricana, el Ayuntamiento relata la propaganda que el regidor hizo de su último fracaso: unos presupuestos participativos deslegitimados por la ciudadanía con apenas 500 votos de una población que supera los 46.000 habitantes.
El tripartito PP-Cs-PMP en general y el Partido Popular (PP) en particular nunca han creído en la participación ciudadana y mucho menos en la transparencia. Basta recordar cómo hicieron lo posible por boicotear los únicos presupuestos participativos reales con que ha contado el municipio (2016) o, ya en el poder, cómo presumían de participación rechazando todas las enmiendas a los presupuestos de 2018 realizadas por colectivos y asociaciones. Ya lo decía un autoritario concejal de Economía, Antonio Fernández (PP), cuando aseguraba que «entendemos otra forma de participación ciudadana y la haremos cumplir a nuestro aire».
Por este motivo, que un alcade como Salado acuda a un foro internacional a hablar de participación ciudadana es cómo fichar a Jack El Destripador como neurocirujano. Un despropósito. Acudía, además, a este foro, con la resaca del clamoroso fracaso de sus presupuestos participativos, a los que el grueso de la ciudadanía ha dado la espalda. Algo, por otro lado, que no sorprende, después de que el propio Salado admitiera pucherazo en la consulta por el modelo de paseo marítimo para Torre de Benagalbón, cuando él mismo reconoció haber excluido las propuestas ciudadanas, presentadas en tiempo y forma, que no le interesaban.
Autobombo
Dice mucho de la talla de político de Salado el modo en que utiliza los medios públicos para darse autobombo. En lugar de explicar en la nota de prensa qué ha aprendido, qué contactos ha realizado, cómo se ha enriquecido con la experiencia para revertirlo en Rincón, viene a replicar la misma propaganda de su experiencia fallida de presupuestos participativos.
El nivel de cinismo es tal, que la nota de prensa se refiere a él como «mandatario rinconero» e indica que sus exposiciones tuvieron de público a miles de representantes de gobiernos locales y regionales de todo el mundo. Nada más lejos de la realidad, puesto que su intervención no tuvo lugar durante ninguna sesión plenaria, sino en una de las salas que se utilizan para dar múltiples charlas en paralelo. Por si ello no fuera poco, estas charlas se programan a modo de mesa redonda, no como un ponente único, y además de con dos moderadores, según el programa, Salado compartió intervención junto a dos representantes más.
Asimismo, resulta una lástima que el regidor tampoco comparta con la ciudadanía el contenido de la segunda de las intervenciones que, también en sala y a modo de mesa redonda, tenía programada, abordando la Agenda 2030 para la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Entre estos ODS se encuentran reducir la desigualdad, promover el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos y todas o poner fin a la pobreza en todas sus formas. Claro… ahí Salado seguramente calló o soltó otra sarta de mentiras, porque sus políticas no se encaminan, precisamente, en esa dirección, como prueba la manga ancha con promotoras y banca en el impago del IBI o la desidia a la hora de poner en marcha estudios aprobados en Pleno para recaudar a las eléctricas y gasistas por uso del suelo público, tal y como avalan sentencias judiciales.