El verano pasado Málaga estuvo al borde del decreto de sequía y el agua las duchas en las playas de Rincón de la Victoria tuvo que ser cortada. Pese a esta dramática situación que previsiblemente no cambiará el próximo verano, en los últimos doce meses, el Ayuntamiento no ha revisado el 30% de las incidencias reportadas por la ciudadanía en materia de abastecimiento.
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